La cantante de Arequito, Soledad Pastorutti, se encuentra en el candelero mediático a fines de septiembre y principios de octubre de 2025, no solo por su intensa participación como coach en el reality show La Voz Argentina (Telefe), donde sus decisiones generan debate y enseña a revolear el poncho, sino también por revelaciones personales que la muestran tal cual es.
En una reciente entrevista en CARAS, La Sole ventiló detalles inéditos de su historia de amor con Jeremías Audoglio, su marido hace más de una década y primer novio, con quien lleva 25 años de pareja, y además tiró una declaración que sorprendió a más de uno: reconoció que cuando cumplió 40 años, tuvo una sensación de “ya está” en su carrera, aunque rápidamente se le pasó.
El fenómeno televisivo y los pasos de cumbia
La Sole no para. Mientras sigue al frente de su equipo en las etapas finales de La Voz Argentina, donde no faltan los cruces con sus compañeros y las emociones a flor de piel, la cantante demuestra que no se queda quieta en el folclore tradicional. A la par de su compromiso televisivo, se sumó a una tendencia que muchos no vieron venir: se animó a la cumbia, haciendo una colaboración con Ráfaga en el clásico “La luna y tú”. Este movimiento no es casual, sino que sigue la línea de otros artistas que fusionan géneros, buscando pisar fuerte en distintos nichos.
El matrimonio, la estafa digital y el vínculo con Arequito
Más allá de los escenarios, Soledad sigue siendo noticia por su faceta personal. Contó sin pelos en la lengua que conoció a Jere en la escuela nocturna, que fue ella quien se le declaró (¡y encima a la suegra sin querer!), y que, en un gesto de otra época, no convivieron hasta después de casarse, algo que a su viejo no le caía muy en gracia. Toda una prueba de amor a la vieja usanza.
Por otro lado, la artista ha tenido que salir a aclarar que fue víctima de estafas digitales con Inteligencia Artificial, donde usaron su imagen y voz clonada para sacar guita a sus seguidores. Un garrón, pero que sirve para alertar a la gente. La Sole, además, sigue ligada a su pago, Arequito, donde sigue volviendo a sus raíces.
¿Hay Sole para Rato?
Con la celebración de sus casi 30 años de trayectoria que la llevó a agotar funciones en el Gran Rex y la chance de que se concrete algo “único e irrepetible” anunciado en Cosquín 2025, La Sole ha dejado claro que su futuro en la música sigue siendo prometedor, a pesar de sus reflexiones sobre el retiro de los festivales.
El poncho sigue revoleándose, pero ahora con un mix de tradición, televisión de alto rating y una apertura a nuevos sonidos. La Gringa de Arequito demostró que tiene cuerda para rato, y que el folclore joven es una llama que ella se encarga de mantener más viva que nunca.

